jueves, 30 de marzo de 2017

Romaaaaa!!!.... Ciudad eterna e increíble que fusiona el estilo de diferentes épocas y mantiene lo grandioso de las mismas.

Era mi segunda vez en Roma y casi fue como la primera ya que hay tantas cosas que ver y además lo que ya has visto es tan apetecible que no te importa verlo de nuevo las veces que haga falta.

El viaje desde Turín fue largo y casi nos llevo un día entero pero mereció mucho la pena el viaje en el Frecciarossa , que es el tren de Trenitalia, ya que gran parte del camino es junto a la costa y es muy bonito ir viendo los pueblitos que salen al paso, las pequeñas estaciones de tren,.....

En Roma nos alojamos cerca de la estación de Termini, la casa estaba en un barrio que en aparencia era un barrio un poco "chungo" ...feillo. Muchos grafitis ,locales de copas, algún borrachillo,etc....
pero realmente por ubicación y precio merecía la pena.

Nuestra anfitrión era una periodista que era medio Hippie con su rastillas y tal y que en general yo creo que ella paso desapercibida para nosotros y nosotros para ella. La casa estaba limpia y ordenada y el ventanal de la habitación daba a una estrecha calle y a pesar de estar en un tercero tenías una placa con una cita en Italiano justo al frente, a ver quien lo traduce....


Estas son las cosas que me gustan de este tipo de ciudades, a pesar de ser enormes y no necesitarlo , el gusto por los pequeños detalles.

Nuestro primer día en Roma hicimos una visita a varias iglesias de la ciudad, incluida por supuesto San pedro. Roma sorprende por eso, cualquier pequeña iglesia  en el interior es una maravilla con sus esculturas o pinturas. En algunas iglesias te ponían espejos para que pudieras ver los frescos del techo sin desnucarte.

No podría decir el nombre de todas las iglesias que fuimos porque fueron bastantes, no me da para tanto la memoria de viejillo.



Piazza Navona.... que bonita con todas sus fuentes y el ambiente que se respira. De mi anterior visita me quede con sabor amargo ya que dos de las tres fuentes las estaban arreglando y estaban andamiadas enteras.
De esta vez las pude ver y ya restauradas. Los pequeños detalles cuentan, así que pasar un ratito tomando una copa de vino y simplemente disfrutando el sol de la mañana es un recuerdo que queda a fuego.





Pero hablando de fuentes, como no mencionar la fontana de Trevi. Este sitio me gusta porque uno se lo imagina en una super-plaza enorme, yo por o menos así lo hacía, y resulta que está en una plaza muy pequeña. Encajonada entre varias calles.
Esto yo creo que solo hace que te sorprenda más al verla y te parezca mayor aun y mas impactante.
Como siempre, llena de gente...pero no se puede tener todo con este espacio tan pequeño.


El paseo continuó a la plaza de San Pedro y la visita a la basílica que es increíblemente grande.
Pudimos ver la piedad de Miguel Ángel y todos los detalles de este lugar que es símbolo central de la religión católica por ser residencia ademas del Papa.




Y pasamos de la Roma más cristiana a la Roma más pagana.....la de la antigua Roma.
Paseando y perdiendonos por sus calles llegamos al Coliseo en la parte final del día. Con las horas de la tarde la luz  le daba un aspecto especial al gran teatro de gladiadores de la antiguedad.

Lo visitaríamos por dentro otro día, ese fue solo para admirarlo por fuera que, personalmente, me gusta más.

El arco de Adriano también lucía increíble conmemorado una de las tantas Victorias del imperio en su expansión por Europa, África y Asia



Todo esto que se escribe aquí en unas cuantas líneas nos llevo todo el día y llegamos a casa con la lengua de fuera.

Roma se va a merecer varias entradas, mañana seguimos con más Museos, fútbol y Ruinas romanas.

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