Milán o Milano en Italiano. Es una ciudad que a priori tenía sensaciones encontradas, una gente decía que lo único que tenía era su catedral y la plaza donde está y punto. Que el resto era como cualquier ciudad grande de europa.
Otra gente nos habló de que había mucho que ver en la ciudad. Para nosotros , ni una cosa ni la otra.
En un día pudimos ver tres sitios que merecieron mucho la pena , pero no conseguimos localizar mucho más.
Esto es como todo, cada quien tiene una opinión.
Llegamos en tren, como ya es costumbre, y desde la estación a la plaza de la catedral es un paseo bonito muy urbano y donde puedes ver grandes edificios , gente muy bien vestida y elegante y justo antes de llegar unas enormes galerías comerciales. Bonita una pequeña plaza dedicada a Leonardo Da Vinci que tuvo mucho que ver con la ciudad en cierta parte de su vida.
La catedral es increíble, no pudimos visitarla ya que de tanta gente que había solo hubiésemos podido hacer eso. Quias es eso lo que les pasa a los que dicen que hay poco que ver...
Por el exterior es todo un espectaculo de figuras y detalles que no dejan ni un espacio libre de las fachadas.
Sus puertas con relieves son una autentica obra de arte.
Otra Iglesia en nuestro haber, aunque sea solo por fuera....
De aquí nos fuimos al castillo de los Sforza , familia que gobernó esta ciudad estado durante muchos en el SXIV. Una zona cerrada con una gran muralla donde era libre el acceso. Tenía ciertas exposiciones y estaban haciendo actividades para los niños representando la época del Renacimiento y los chavales se lo estaban pasando en grande.
Metiéndose más adentro en la propiedad llegas a unos jardines enormes donde la gente descansaba, se dedicaba a contemplar las flores plantadas o jugaban futbol.....
Al puro final de ese parque se encuentra un arco del triunfo. Desde allí seguimos caminando y llegamos a nuestra última parada que no teníamos presupuestada.
Habíamos leído de un cementerio monumental donde antiguamente las familias "competían " por tener la tumba más grandiosa u original. Decidimos ir y fue un acierto completo.
El Cementerio es enorme y es como estar en un museo. Además de la atmósfera propia del cementerio de silencio y respeto las tumbas eran realmente increíbles.
Algunas hechas a lo grande, otras con esculturas de gran detalle y otras con ambas características.
Todas representaban algo del difunto y de su familia que uno solo puede interpretar e imaginarse la historia.
En el interior de un edificio anexo a la zona del jardín los techos se decoraban como grandes cielos estrellados, realmente increíble visita y a costo cero.
La ciudad también mostraba su modernidad con grandes edificios y a la vez ejemplos de sostenibilidad y decoración con edificios enormes que parecían haber sido invadidos por la vegetación de la jungla.
Seguiremos mañana con Turín, ciudad muy próxima a los Alpes y de gran importancia en el norte de Italia.
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