domingo, 26 de marzo de 2017

Nuestra siguiente visita de un día fue a Padua hacia costa Oeste del país.

La ciudad es famosa por su impresionante Basílica de San Antonio de Padua cuyos restos como su mandíbula y partes de su cráneo así como su lengua, se exhibían en la propia Iglesia.

San Antonio fue un fraile franciscano que tenía una gran capacidad de oratoria y que murió a los 35 años en las cercanías de Padua.

Se dice que tras ser enterrado y varios años bajo el suelo, unos saqueadores abrieron la tumba y lo que se encontró era que la lengua del santo estaba incorrupta.

La Basílica es impresionante, increíblemente grande y adornada con ornamentación. Precisamente se estaba oficiando misa en Latín y el cur lucía una mitra con joyas incrustadas. Todo muy grandilocuente.





Las filas para ver las reliquias eran enormes pero realmente merecía la pena verlas. Mucha gente en donde estaban los restos mortales de San Antonio se emocionaba y oraba de manera muy intensa.

A nivel construcción considero un imperdible esta iglesia, si a esto le unes devoción católica aun mayor debería ser el motivo de la visita.

Comimos en un restaurante local en un alarde de gasto donde nos pedimos unas ensaladas muy ricas y Mediterráneas.

En otra zona de la ciudad tienen unos jardines con esculturas adornado los senderos donde la gente estaba comiendo haciendo picnic, descansando o jugando con los niños.
Muy cerca estaba una de las iglesias con mayor altura que he visto y donde el silencio y escuchar el sonido de tus propios pasos lo convertía en un lugar muy bueno para la reflexión y la tranquilidad de mente.



Coincidió que en uno de nuestros paseos, de repente vemos una procesión de sacerdotes que entraban en una de las capillas.

De intrépidos nos metimos en la iglesia donde todo el mundo andaba super arreglado y nosotros podeis imaginaros , como dos mochileros. Era la ordenación de varios sacerdotes y además la ordenación de un cardenal donde pudimos ver la ceremonia en Italiano. Muy bonito y muy preparado, fue como un extra de la visita que no habíamos contado y nos pasó porque nos perdimos en la ciudad y llegamos a esa placita.

Existe en el centro un café que por su decoración antigua y grandiosa tiene mucha fama pero también que por un capuccino nos podían cobrar el presupuesto de un mes.



Seguimos nuestra ruta por el norte de Italia y nuestro siguiente destino fue Bérgamo.

Bérgamo, no fue en principio una opción de visita. Más bien pensamos en un lugar más barato para pernoctar que en Milán y poder visitar la ciudad desde este punto ya que en tren en apensa una hora estás en el centro de la ciudad.

Bérgamo fue una de las gratas sorpresas del viaje.

Nuestra llegada fue en tren y la casa donde nos quedábamos era cercana por lo que paseamos hasta llegar.
En este camino de repente alguien me llama por mi nombre...... lo primero que pensé fue que no podía ser, yo no conocía a nadie allá. Miré y vi a alguien en bicicleta con un niño que resulto que era nuestro anfitrión y que nos había reconocido.

Esta familia fue unos de nuestros mejores anfitriones, siempre dispuestos a ayudarnos y la habitación de alquilaban estaba de lujo con todas las comodidades.

Bergamo nos gusto mucha en su zona medieval llamada Citta Alta. Eso si llegar caminando requiere un esfuerzo grande por que hace honor a su nombre.




La ciudad completamente empedrada tenía mucho turismo y había bastantes negocios de venta de recuerdos y ademas locales que funcionaban como Ostería o Trattoria.




La visita tuvo mucho encanto y mucho ejercicio y llegamos a ver una antigua fortaleza en las zonas altas de la ciudad.




Que más de Bérgamo, delicioso Gelatto y riquísimas Pizzas en negocios locales cercanos a donde vivíamos en la ciudad. Merecería otra visita ya que al no tenerla presupuestada , seguro nos quedaron muchas cosas por hacer.

Seguiremos con dos de las ciudades mas importantes del norte de italia, Milano de la región de Lombardía y Turín de la región del Piamonte.


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