lunes, 3 de abril de 2017

Vamonos para el Sur!!! Que ya Rafaella Carrá daba unos buenos consejos acerca de visitar esta zona cuando redoblaba un tambor de fondo.

 Viaje largo pero bonito. Como de la otra vez el tren pasa por una ruta cerca de la costa y por lo menos está entretenido el paisaje.

Viajamos a Salerno , que es un pueblo costero  que estaba cerca de varios de nuestros objetivos en el viaje.




En si Salerno está bastante bien, con un paseo marítimo y playa y lugares donde tomarte una Peroni refrescante y si comienzas a subir en el pueblo te encontrarás con vías muy estrechas y con encanto , un jardín muy bonito con unas vistas espectaculares de la costa y los limones más grandes que vi en mi vida.




En Salerno estuvimos en otra casa de Airbnb que era casi como un apartamento independiente con baño y todo. Super-cómodos allí era prácticamente como estar en un hotel. Hasta tenía una pequeña cocina y microondas.

El día que llegamos fuimos a comer algo y disfrutar del aroma a már que tiene toda la ciudad como buena villa costera.

Pudimos visitar estos jardines llamados Giardinni della Minerva. Muy tranquilo todo, solo nos encontramos alguna gente cuando ya íbamos saliendo.

Estos jardines no solo tienen flores decorativos sino también árboles frutales o plantas medicinales.

Merece la pena también la catedral ya que las decoraciones cambian mucho a las de otras partes de Europa. Hay más mosaicos sobre todo , es el elemento diferenciador.




Salerno era el cuartel general estratégico. El primer día nos fuimos en bus de línea hasta la Costa Amalfitana.

Esta Costa la forman varios pueblitos que están empotrados entre el mar Tirreno y las montañas y que se conectan por una carretera estrechita que tiene un montón de curvas.

Hay varios pueblos que puede uno visitar. Nosotros nos decantamos por Amalfi.Nos pilló un día bueno y pudimos ver en todo su esplendor este pueblecito.

La estampa del mar, la montaña y el núcleo urbano con sus casitas de colores es inmejorable.



Las aguas del Tirreno aún estaban frías, estábamos en el mes de Abril. Yo me pegué un baño en una pequeña playita que había cerca del pueblo y salí tiritando.

A todo esto lo mejor que le podía acompañar era una buena comida y bebida. Rissoto Frutti di mare y cerveza local Mamma Mia!!!



Para visitar el pueblo hay que tener buenas piernas, Todo es cuesta arriba , con muchas escaleras y pasadizos. Uno se pierde pero siempre puede salir a algún lugar desde donde puede referenciarse por el mar.




La Iglesia local es muy bonita, muy del estilo de la de Salerno y pudimos ver lo que podía ser una tradición local que era tener un nacimiento de figurillas en el exterior colocado a un lado de la calle. Hablando de tradicional, lo más típico de allí era el Limoncello y lo vendían en cada esquina del pueblo. La verdad no me extraña con esos  pedazo de limones.



Esta visita fue todo un acierto, un día ya fuera de la ciudad...un poco más en contacto con la naturaleza y con el mar y sobre todo disfrutar del sol de primavera que ya calentaba bastante.

La siguiente parada , la ciudad sepultada por la lava del Vesubio....Pompeya.





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