martes, 2 de mayo de 2017

Y agarrando un bus como a nosotros nos gusta nos cambiamos de comunidad autónoma, pasamos al principado de Asturias. Cuna del comienzo de la reconquista donde el Rey Pelayo aguantó las embestidas musulmanas que querían hacerse con el control de todas la peninsula.

Grande Pelayu!


Nuestra parada aquí fue en Gijón. La elección fue ponderada por la ciudad ya que me habían hablado de que era muy bonita y con mucho ambiente y por visitar una antigua amistad al que tenía ganas de ver.

Nos alojamos en un Airbnb. Una casita pequeña donde vivían dos hermanas muy simpáticas y que quedaba en un lugar bastante céntrico.Muy cercano a la playa.

De hecho lo primero que hicimos al llegar fue visitar la playa para poder correr un rato. Desde allí se podían ver los grandes talleres de la empresa que me dio de comer en los últimos años antes de este viaje.



La gente del norte , en mi opinión, quizás seamos más cerrados e introvertidos que los del sur pero tenemos ese punto de confianza y honestidad que una vez que una persona tiene confianza con alguien puedes contar con ella y no te engañará.

Al día siguiente hicimos una ruta por todo el paseo marítimo llegando a zonas que , aunque estaban muy cerca del núcleo urbano, era como vivir plenamente en el campo.

En la playa había chavales haciendo surf en escuelas que ahora por toda la zona norte llenan nuestras playas. Amigos míos están vinculados a estas escuelas en la zona de Ferrolterra.




Este paseo es también un buen lugar para poder disfrutar del mar, de su olor y sus colores según esta nublado o soleado.Un buen paseo por aquí puede ser una actividad muy satisfactoria y a la vez muy barata......coste cero, bueno el desgaste de las suelas de los zapatos.



Ya metidos en el núcleo urbano Gijón es una ciudad muy acogedora y con encanto. Sus calles pequeñas y sitios para poder tomarse una Sidra o una caña hace que se genere un ambiente increíble para poder pasar un rato entre amigos, charlar y disfrutar del ambiente




Esa noche cenamos con este amigo que comenté y su familia y fue de lo más agradable. Comimos un montón bebimos buen vino y no faltó la sidra para el aperitivo.

Detalle de la decoración muy retro y cinéfila de los baños de un lugar.



La fabada es el plato más típico de Asturias y para mi es uno de los platos de invierno que más me gusta con su chorizo y unas buenas habas. El cachopo es otro plato muy típico y que te puede dejar sentado toda una tarde en el restaurante donde lo comas porque , además de estar buenísimo, normalmente lo sirven en cantidades increíblemente grandes.

Se trata de dos filetes de ternera que en el medio llevan buen queso y jamón y que luego todo se reboza en huevo. Con patatas fritas......que se quite el caviar!

De Gijón nos llevamos una buena sensación y continuamos ruta por el norte para llegar al País Vasco más concretamente a Bilbao.







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