En este primer monasterio la verdad tuvimos mucha suerte. Después de una comida copiosa decidimos acercarnos al monasterio simplemente a ver los horarios ya que intuíamos que ya íbamos tarde.
La suerte fue que al llegar nos dicen que en cinco minutos sale la última visita guiada y que al ser el día de los museos era gratuita.
El guía fue de lo mejor ya que a pesar de tener mucho conocimiento no caía en la pedantería y te explicaba todo de una manera muy llana y anecdótica que lo hacía de lo más interesante.
Ese monasterio tiene una gran historia con respecto a la realeza , muchas tumbas de reyes se encuentran en este lugar y elementos tan interesantes como un pendón o la parte de una tienda de Al Nasri, Califa derrotado en la batalla de las Navas de Tolosa vital para la consecución de la reconquista.
El pasear por este monasterio ya era un placer en si mismo, pero pudiendo escuchar todas las historias que encerraban esas paredes y al mismo tiempo disfrutar de la grandeza de detalle de las tumbas reales o los vestidos usados por Isabel la católica le dan un punto más allá a la experiencia.
En el interior las fotografías estaban restringidas así que os toca visitarlo para que sepais de que estoy hablando. recomendado esperar una visita con Guía.
El otro monasterio lo visitamos en la mañana siguiente. Este está un poco más alejado del centro y se encuentra en plena naturaleza rodeado de bosque y donde el polen de la primavera flotaba formando una niebla cuando subíamos hasta llegar al lugar.
Más pequeño que el anterior, por lo menos las zonas visitables, tienen como reclamo mayor que allí se encuentran las tumbas de los padres de Isabel la católica. Reyes de Castilla y con una tumba acorde a dicha posición. Casi que daba gusto morirse....
En la capilla principal en retablo que preside la misma es increiblemente grande y en el se representan muchos pasajes bíblicos en madera tallada y con un detalle máximo en los colores de las figuras en relieve.
El monasterio también tiene un pequeño museo donde puedes ver objetos religiosos de la época disfrutar de la opulencia de la iglesia católica en su máximo esplendor a puro oro y piedras preciosas.
Este turismo tan religioso no debería confundir con respecto al tipo de gente que puede visitar este lugar y disfrutarlo. Te aseguro que hasta el más ateo que tenga ciertas inquietudes podrá admirar la arquitectura de estos enormes emplazamientos y el detalle de artistas que influían dentro de un concepto antiguo de globalidad , por su influencia musulmana, judía o cristiana.
Recomiendo Burgos encarecidamente y estos lugares para pasar varios días en la capital de la morcilla y estar siempre entretenido.
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